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1/20/2010

ÁRBOL GENEALÓGICO


Cogí mi árbol genealógico, el que había dejado mi madre sobre la repisa del salón, y lo trasplanté en el jardín, junto al manzano. Le eché abono natural de oveja y vaca. Al día siguiente le había brotado una nueva tía abuela, dos hijos, cuatro hermanos y doce sobrinos. Estaba tan frondoso que tuve que podar a los primos lejanos. El de mi vecina era más pequeño. Lo tenía medio escondido junto a los geranios. Apenas tenía parientes. Me produjo cierta lástima que estuviera tan sola y decidí injertarle la rama en la que estaba mi nombre. Salté la valla de su huerto y conseguí llegar hasta los geranios sin que nadie me viera. Mi vecina no se dio cuenta del injerto, y lo regaba a diario con la manguera, junto al resto de sus flores. Al principio le salieron malas hierbas, pero volví a saltar la valla y eché un pesticida. En cuatro semanas, mi vecina y yo ya aparecíamos en el árbol como marido y mujer. Decidí romper con mi familia. Saqué un hacha y talé mi árbol genealógico. Esa misma noche dormimos acurrucados junto a la chimenea, al calor de la leña. Mientras, nuevos brotes crecían en el huerto, junto a las malas hierbas de los geranios.

18 comentarios:

  1. Anónimo9:08 a. m.

    Este es de los que me gusta y punto pelota. Ahí le has dado Manu, mi punto débil: surrealismo, su gota de ironía y humor negro, creatividad y juego.

    Tienes que mover este micro(aparte de incluirlo en la recopilación).

    Salut!

    R.A.

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  2. Que drástico!!!
    Me ha encantado este relato,chiquillo que imaginación la tuya.

    Besicos muchos.

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  3. De no haber estado tan escondido entre los geranios el árbol de tu vecina, de haberle pegado algo más el sol, te hubieses quedado soltero, Manu.

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  4. Muy bueno, muy bueno, me ha encantado. Hay familias que necesitan una buena poda. Si fuera tan fácil...
    Un abrazo.

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  5. Caray, Manu, que bueno.
    Se te ocurren unas cosas...
    Me encanta.

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  6. La fábula de un cuento que me gusta que me cuenten y contar.

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  7. Esupendo, Manu. Talar para luego reinventarse como injerto en el pequeño árbol del huerto vecino, que se volvió frondoso con dos nombres colgados de sus ramas, mientras nacen nuevos brotes junto a los geranios.
    Me ha encantado.
    Un beso
    BB

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  8. De los que me gustan Manu. Muy bueno. Un saludo.

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  9. Qué bueno!! Me encantó.

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  10. Ya lo dice el dicho. Lo que ha unido el árbol genealógico que no lo separe el incendio forestal.

    Un abrazo

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  11. En bastantes ocasiones, hace falta cortar de raíz para volver a empezar. Estupendo relato, Manu.

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  12. Anónimo7:06 p. m.

    Me sumo a los que han quedado encantados.
    Un saludo. R.Castillo.

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  13. Yo también me sumo a los que te felicitan por ese punto (o puntazo) surrealista

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  14. QUé bella historia de amor.Me parece muy bueno. Un saludo.

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  15. Muy bueno querido... claro... lo los que son malas hierbas siempre se unen, por una razón u otra ;)

    Besicos

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  16. Brillante, Manu. Como de costumbre.

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  17. Todo está ya dicho: excelente relato.

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  18. He estado descolgado. Recupero tus entradas, y tus relatos me arreglan este mísero miercoles encenizado

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