Menú

3/13/2009

LA MASCOTA


Tobías se ponía como loco cada vez que le dábamos de comer. Había dejado de ser un cachorro hacía mucho tiempo, pero disfrutaba jugando con nosotros en el suelo. Salía de la caseta moviendo la cola y nos tiraba sobre las baldosas del patio con sus grandes patas. Parece ayer cuando lo trajimos. En la tienda de mascotas nos avisaron. No le deis de comer pienso, sólo carne fresca, él se hará cargo. Papá aún no conoce a Tobías. Hoy lo hemos invitado a comer. Mamá dice que el dragón se pondrá muy contento.

15 comentarios:

  1. ¡cARAJO, UN DRAGÓN!!! QUE BUENO.. COMO SIEMPRE SORPRENDENTE.
    SALUDOSY SALUD

    ResponderEliminar
  2. Anónimo11:33 a. m.

    Qué cosas... Uno ya no se puede fiar de lo que te venden. Está todo adulterado.
    Menos mal que no quemó la caseta con su aliento de fuego.
    ;)

    ResponderEliminar
  3. Si lo he entendido bien, qué mala esposa y qué mal hijo. sonrío.
    De lo más ocurrente.

    ResponderEliminar
  4. Glubs.... pobre papá...

    Besicos

    ResponderEliminar
  5. Anónimo3:39 p. m.

    Y es que piensan alimentar al
    dragón con papá? La dulce
    mascota, se encargará de asarlo!
    Surrealista, totalmente...
    BB

    ResponderEliminar
  6. No hay peor canibal que el canibal conocido.

    Saludos

    ResponderEliminar
  7. Que mascota!!

    Me encantan tus finales porque sé con que vas a terminar el relato.

    Un beso.

    ResponderEliminar
  8. ¿Se pondrá contento? Lo mismo se quiere comer a papá...

    Un beso

    ResponderEliminar
  9. Anónimo7:09 a. m.

    Tienes que invitarme a ver al dragón. Cómo se llama?
    Besos

    ResponderEliminar
  10. Estupendo como siempre, no esperaba que fuera tan grandota la mascota, jeje.
    Besicos guapo.

    ResponderEliminar
  11. Oscuro, me parece oscuro, a pesar de su aparente ternura.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  12. Y el dragón solo les tiraba al suelo con sus patas, ¿no les chamuscaba las cejas con pequeñas bocanadas de fuego?

    Abrazotes

    ResponderEliminar
  13. Buen micro, Manu. Además de la sorpresa del descubrimiento de la mascota (para el lector y para papá), le deja a uno pensando en la relación entre papá y mamá, en su separación.

    ResponderEliminar
  14. Anónimo3:13 p. m.

    Viajerito: Estaremos leyendo
    a un nuevo Sófocles? (sonrío)

    ResponderEliminar
  15. sorprendente, para mi, y para papá supongo, estos finales me encantan... todo parecia tan normal, ya decia yo.
    un besazo

    ResponderEliminar